Los protagonistas de este libro son personas que desempeñaron una función admirable en el proceso de constitución y desarrollo de la ciencia en México. José de Gálvez, Joaquín Velásquez de León, Fausto de Elhuyar y Andrés del Río, fundadores y maestros del Real Seminario de Minería; institución en la que posteriormente estudiaron Antonio del Castillo, Ignacio Cañedo y Soto, Juan Ignacio Matute, Sotero Prieto Olazagarre, Francisco Jiménez, José Salazar Ilarregui, Raúl Anguiano y Valentín Gama. El contacto que estos mantuvieron con los de la siguiente generación conduce a Sotero Prieto, Ricardo Monges López y Joaquín Gallo, y a través de éste, a Luis Enrique Erro. Lo mismo sucede con la herencia académica de Sotero Prieto, acrecentada por la labor de Alfonso Nápoles Gándara, Manuel Sandoval Vallarta, Basilio Romo, Alfredo Baños, Carlos Graef Fernández, Nabor Carrillo y Arturo Rosenblueth. Es probable que el lector se interese por alguno en especial, pero lo más relevante de la obra es que en conjunto realza la perseverante conducta de quienes estuvieron interconectados significativamente por un marcado interés científico, y que su interacción personal o institucional con los de su misma generación, de las anteriores o de las siguientes, resultó vital para cimentar las plataformas sobre las cuales se alzaron las disciplinas, las instituciones y las comunidades científicas que hoy operan en nuestro país. |