El anonimato es imprescindible en unas ocasiones, y deplorable en otras. Por eso el debate sobre su amparo o proscripción no se puede resolver de un plumazo, sino que requiere detenimiento en la exposición, sosiego en el análisis y comedimiento en el juicio. Hay casos en los que debe protegerse como un derecho fundamental de la persona, pero hay otros en los que se usa para atacar o delinquir. Partiendo de numerosos ejemplos amenos y reveladores, esta obra razona y argumenta sobre los dilemas que plantea, partiendo de la importancia del nombre propio en la historia, especialmente en la cultura, pasando por el relato de quienes se vieron obligados a esconderlo; para llegar finalmente a los atentados propiciados por su ocultación.
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