Diego Ameixeiras traza un mapa certero desde las desembocaduras del río Miño en Galicia hasta las calles de Filadelfia, siguiendo el rastro de tres sombras que esconden más de un secreto. Un reptil citadino en la búsqueda de algo o de alguien, un escritor ansioso por conseguir su ópera, y Selma, una suerte de femme fatale, pero con ciertos ápices de bondad. Éstos se verán involucrados en situaciones violentas que de algún modo se acomodarán en el mismo laberinto. Ameixeiras lanza así una nota musical distorsionada que se convertirá tan sólo en el recuerdo de algún silencio apremiante en otra noche de caimán. |