Tras una prolija carrera profesional y vital dedicada a la geografía y a la montaña, Eduardo Martínez de Pisón aborda en estas páginas el reto de reivindicar el valor no sólo estético sino también cultural de la montaña. Fruto de numerosos viajes, cientos de lecturas y meditaciones de caminante solitario, este libro tan personal –sin dejar de ser enciclopédico, erudito y ameno– rescata las imágenes, tan verdaderas y propias del mismo paisaje, que infinidad de artistas –pintores, músicos y escritores sobresalientes en la historia del arte– han sido capaces de producir con sus obras a partir de su contacto con la montaña. Para este veterano geógrafo, montañero y ensayista, el arte del paisaje y la montaña es parte de la exploración geográfica: la montaña es un todo geográfico y cultural, donde su vertiente artística es especialmente reveladora y magnífica. El Mont Blanc y los Alpes, el Everest y el Himalaya, o nuestros más cercanos Pirineos o Sierra de Guadarrama, durante siglos han captado la atención de generaciones de artistas. Pintores como Patinir, Caspar Wolf, Turner, Caspar D. Friedrich, Viollet-le-Duc, Loppé, Samivel, Schrader, Whymper, Martín Rico o Carlos de Haes; músicos como Schubert, Liszt, Wagner, Richard Strauss o Guridi; o escritores como Dante, Petrarca, Goethe, Victor Hugo, George Sand, Senancour, Thoreau, Unamuno o Buzzati, fascinados todos ellos por la belleza de las montañas, la han devuelto con creces mediante sus obras, reflejo de su sensibilidad, su capacidad y gusto, producto de su maestría para lograr transmitir esa belleza mediante la aplicación de su arte |