España tuvo un proyecto de globalización histórica entre los siglos XVI y XVIII que alcanzó sus puntos álgidos en las Américas, así como en todo el inmenso océano Pacífico y que, durante muchas décadas, configuraron el llamado Spanish Lake. Los gestores de esa gran expansión fueron, en su mayoría, gente del pueblo que, más allá del oro y la gloria, buscaban emular a sus héroes de los libros de caballería, dejando sus nombres para la historia; generaciones asombrosas que no operaron con pólvora del rey, sino con su propia financiación convenida en capitulaciones muy precisas |