Podemos hacer una tortilla. O podemos cocinar una tortilla. Carme Ruscalleda consigue que redescubramos uno de los placeres auténticos: cocinar. Porque la diferencia está en cómo hacemos las cosas. Una buena predisposición, una buena materia prima y los utilísimos consejos de una de las mejoras cocineras del mundo, harán que cocinar y comer vuelvan a ser lo que deberían: momentos de compartir felicidad. Y, como guinda del pastel, nada mejor que unas cuantas recetas para toda la familia. Más de doscientas recetas de una de las mejores cocineras del mundo. |