La lectura salvaje no es un libro sobre cómo leer nos hace mejores, sobre cómo la literatura nos traslada a otros mundos, sobre cómo la ficción nos permite vivir vidas imaginarias y puede transformar la realidad. Mejor dicho: es un libro acerca de hasta qué punto son ciertos esos lugares comunes relativos a la lectura literaria». La lectura salvaje se compone de capítulos breves, próximos a la forma del dietario, rara vez con más de tres o cuatro páginas. Muchos de esos capítulos remiten a ideas, experimentos y balances que han intentado entender qué sucede cuando leemos, qué hace con nosotros lo que leemos y qué hacemos nosotros con eso que se lee. Al acabarlo, quizá el lector no sea capaz nunca más de leer "a lo salvaje", pero se habrá entretenido y reído, habrá aprendido mucho y habrá llegado a la conclusión de que, una vez más, los mejores libros son los más difíciles de contar. Hay que leerlos. |