Esta obra analiza la importante y desconocida labor de los detectives privados en la investigación de todo tipo de delitos. Estudia de forma clara y práctica, en múltiples sentencias sus éxitos y fracasos, en la averiguación, entre otros, de delitos de asesinatos, estafas a aseguradoras, daños, agresiones sexuales o hurtos en entornos laborales. Examina la eficacia de las principales técnicas investigadoras, como las vigilancias, la grabación del sonido y la imagen y el recurso al engaño, disfrazando que es un investigador privado. También aborda la potencialidad del detective en las investigaciones internas en la empresa y la insuficiencia de una ley que desconoce la importancia del detective como aliado en la lucha contra el crimen. |