El libro que tiene en sus manos es fruto del talento de académicos comprometidos con la discapacidad y el mejor testigo de una revolucionaria idea: la conjunta promoción -auténtica exaltación- de la diferencia dentro de la igualdad, en un mundo -moderno- de recuperación de tres principios -sin embargo, clásicos-, concretamente los de la Revolución francesa: Liberté, Égalité y Fraternité; principios o, si se prefiere, valores éstos -libertad, igualdad y fraternidad (o solidaridad)- que son, además, los mejores indicadores de la cultura democrática de un país. No hay prosperidad sin inclusividad. No hay libertad sin voluntad. No hay igualdad sin diversidad. La nueva legislación en materia de discapacidad marca un “antes y un después” en la historia de España. Su feliz acogimiento -en la vida cotidiana de las personas- es posible gracias a la madurez de nuestra democracia -pues viene a asentarse sobre un sistema notarial (con los poderes preventivos) y judicial (con los expedientes de Jurisdicción Voluntaria y los procesos de Jurisdicción Contenciosa, ambos de “provisión de apoyos a personas con discapacidad”)-; así como al esfuerzo de tantos profesionales como, desde todas las instituciones -principalmente nuestros Notarios (en el marco preventivo) y nuestros Juzgadores (en el trayecto judicial voluntario o contencioso hacia la provisión de apoyos)- reman -cada día- en favor de la exaltación de “Voluntad, Deseos y Preferencias” en esta lucha titánica -y siempre inacabada- por la libertad, la igualdad y la fraternidad |