La Iglesia en la América española fue fundamental en el proceso de organización de la población, la sociedad y la cultura; pero las instituciones religiosas no s constituyeron uniformemente, ni se trasladaron de manera mecánica del Viejo al Nuevo Mundo. Como muestran los estudios que presentamos en este libro, se trato de un complejo proceso en el que se instituyeron paralelamente, por un lado, el clero y sus instituciones, y, por el otro, el gobierno, siempre en puntual correspondencia con la cambiante relación de la Corona con la Iglesia. En consecuencia, no se puede explicar la Iglesia en la Nueva España aislada, sino dentro y en consonancia con un ámbito imperial, a la vez integrador y diverso. Alrededor de esta problemática se aborda, desde diversas perspectivas, el estudio de la Iglesia en el ámbito imperial. |