Solo quien pierde puede comenzar de nuevo. En esta novela la protagonista va recorriendo ciudades, conociendo amores y ahuyentando ausencias. También aparecen quienes buscan un nuevo mundo en el que reinventar sus sueños. Famara, Agaete, Madrid, Londres, Nueva York, Dublín o Las Palmas de Gran Canaria se convierten en escenarios por los que pasa la vida con esa prisa que solo se detiene cuando la cuenta un personaje que se acaba pareciendo a nosotros. Hay varios finales y distintos puntos de vista, algunos guiños literarios y un espejo que, como decía Stendhal de la novela, nos va mostrando los caminos que recorre Nieves Rivero. |