La intención de educar para evitar cualquier forma de discriminación, injusticia o violencia está presente en todos los contextos educativos; sin embargo, para trabajar en esta línea hace falta ir más allá de la teoría y los discursos ya que la discriminación, la victimización o la violencia de género solo se manifiestan cuando las situaciones exigen mostrar las actitudes, los valores y las emociones que forman parte de la identidad. Esta se construye desde la infancia a partir de aprendizajes que no son fáciles de identificar y, mucho menos, de abordar en una programación. |