Pisando las fronteras de la crítica y la ficción llega Iris Play: una fundamentalista literaria de tomo y lomo, cínica y mentirosa, sin culpas ni vergüenza. A pesar de ser dolorosamente uruguaya, Iris no histeriquea ni debate; cuando trabaja no tiene tiempo y cuando no trabaja no tiene ganas. Incomprendida e inadaptada, le queda el universo ilimitado de su notebook para salir a buscar con qué entretenerse y a quién golpear: autores, libros, redes de ligue, información. No es una chica del todo mala. Ama la literatura y sobre todo a los escritores muertos que la acompañan “más que los vivos, unos desconsiderados, egoístas y pretenciosos que no pueden acompañarse más que a sí mismos”. Igual que ella, que se ama, narcisista, como todos los críticos. Aunque en el fondo sea una provocadora de corazón sensible, escudada en el humor y el ingenio verbal. Un pichón asustado, también, como todos los críticos. |