La inteligencia artificial (IA) ha llegado para quedarse. Indudablemente, se trata de una tecnología que ofrece numerosos beneficios en nuestro día a día, desde múltiples perspectivas. Emergen oportunidades únicas hasta la fecha, como en el ámbito de la medicina y la salud, donde las distintas aplicaciones pueden incrementar nuestra calidad y esperanza de vida. Sin embargo, hay que ser cautelosos con el impacto que la IA puede tener para los bienes más preciados de las personas. La presente obra realiza un desglose y análisis de los principales derechos fundamentales que pueden quedar afectados por el desarrollo y despliegue de la IA. Se presta especial atención a los deepfakes —o ultrafalsificaciones—, dado el impacto transversal de pueden conllevar para los derechos de las personas a través la distorsión de la realidad que procuran. También a las neurotecnologías, cuya confluencia con la IA despierta un sinfín de inquietudes jurídicas, incluso para garantizar la estabilidad social. Los retos que se presentan en esta nueva era digital precisan de respuestas y soluciones de diversa índole para tratar de garantizar una convivencia pacífica en la que todos podamos aprovecharnos y disfrutar de las oportunidades que nos brinda la IA, quedando la tecnología al servicio de las personas (y no al revés) |