Numerosas historias y mitos nos recuerdan que, a menudo, el amor es un sentimiento tan intenso que trasciende incluso la propia vida, una emoción tan profunda que se convierte en imperecedera, un deseo tan irrefrenable que despierta nuestra naturaleza más irracional. De ahí que la literatura nos ofrezca un inmenso abanico de obras que subliman amores mortales e inmortales. Porque todo parece estar hecho o pensado para ofrecer o demandar amor. Incluso, hasta las propias divinidades necesitan en esencia amar o ser amadas, traspasando los límites de la realidad y, a veces, de la misma imaginación. Una polifónica selección de amores de todo tipo, abrazados por el surrealismo poético del prólogo y el epílogo del coordinador. Una auténtica desmesura amorosa. Porque el amor no se puede ni debe medir, sino apurar como una copa de espirituoso licor, afrodisíaco y adictivo. De un solo trago o poco a poco, depende de cada cual. Eso sí, no dejen ni una sola gota de líquido en su copa, pues vendrían otros a apurarla. Pero, esos ya serán otro tipo de amores, de los que ahora no corresponde hablar. Beban y amen, pues, sin límite ni medida. Y que les lo gocen, en todos los sentidos |