Habitación persona sola es un libro de su tiempo escrito con un lenguaje libre, y riguroso a la vez, donde lo escenográfico de lo cotidiano se transforma en alegoría cultural. En la tradición de Carmen Ollé, Blanca Varela y Jorge Eduardo Eielson, el poeta consigue incluir en su visión particular de la ciudad de Lima una crítica política y social pocas veces vista, donde el sexo no se disocia de la pobreza ni las inequidades de las preocupaciones generacionales. El verso “la intimidad es un animal que nos hiere la boca”, da una idea del impulso sucio del lirismo de este libro. Leído en el contexto de lo que se escribe en la actualidad en América Latina, constituye una absoluta rareza. Su preocupación política, económica y social rehúye cualquier tentativa de simplificación y no olvida nunca la complejidad propia que persigue siempre la poesía como reaseguro contra el lenguaje dogmático. |