A punto de llegar a los 100.000 ejemplares vendidos de todos sus libros, Maestra de Pueblo se despide del personaje de María y de una saga mítica, y lo hace por todo lo alto, homenajeando al oficio del docente, a los profes que nos acompañaron y nos cambiaron, a los profes que no se olvidan nunca e incluso a los que nos lo pusieron difícil y nos retaron a sacar lo mejor de nosotros. Ilustrado por Cristina Picazo y con una buena dosis de humor ácido, a la que se suma un extra de ternura y nostalgia, este libro es un agradecimiento con mayúsculas a todos los que quieren cambiar el mundo dejándose la piel en las aulas cada día.
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