La crisis final del sistema liberal peninsular desembocó en una larga noche autoritaria. Las dictaduras de Franco y Salazar tuvieron una inusitada vigencia en el tiempo, sobreviviendo a muy distintas fases del sistema internacional. Y lo hicieron articulando dos dictaduras muy semejantes y muy diferentes a la vez: una civilista, aunque basada en el factor poder de las Fuerzas Armadas; la otra, típicamente militar; una, conformada de forma relativamente consensual tras un golpe militar incapaz de ofrecer una solución real al fracaso de la República del partido democrático; la otra impuesta sobre la base de una victoria militar tras la guerra civil y la voluntad de construir la España de los vencedores sobre los vencidos; una, edificada sobre una base constitucional anulada, en buena medida, por la práctica política; la otra, basada en un limitado conjunto de Leyes Fundamentales y en la acumulación del poder en las manos de Franco |