Este libro no es una biografía, aunque a veces lo sea. Tampoco es una novela, aunque a menudo también. Participa del ensayo en la medida en la que lo supera, o lo desprecia. Resulta un artículo sucesivo mientras se desvía como crónica. Alterna el jaleo y el disparo, el ingenio y la anécdota, la documentación y el birlibirloque. Es y no es lo que a Besteiro le da la gana, con Umbral de clave o eje, que es como decir con la norma de la rebeldía ahí en lo alto, como un designio nocturno, o una desvelada maravilla. Estamos ante un tratado de la vida y la obra de Umbral que va incluyendo además la biografía, literaria y vivencial, del propio Besteiro, en un tuteo virtuoso, en un desacato mágico, en un monólogo a medias en donde a menudo no sabemos si Besteiro se aplica de lector de Umbral o si son más bien las páginas de Umbral las que de pronto se han puesto a desentrañar a Besteiro. A ratos, no sé yo muy bien quién empuja aquí el empleo de biógrafo, y quién el de biografiado. Eso, sin olvidar que esto no es una biografía, sino un artefacto de indagación, a bordo del estilo, sobre Umbral como clima o juguete o desafío. |