Justo Alejo nació en Formariz de Sayago (Zamora) en 1935. Estuvo muy unido desde niño a su madre al carecer de la figura paterna. Su origen humilde le llevó a buscar su porvenir en el ejército del Aire, primero en León y definitivamente en Valladolid. Ahí la Librería de lance Relieve fue lugar de encuentro cultural e intelectual donde creció en vida y poesía, a la vez que desarrolla una implicación ética, al modo de César Vallejo, con el ser humano. París, a mediados de los años 60, fue el amor, una ventana cultural y una fresca mirada vanguardista. Madrid, más tarde, le acrecentó su actitud social desarrollando un agudo compromiso con los seres marginados y manipulables por una sociedad consumista. Se licenció en Filosofía y estudió Sociología y Sicología, llegando profesionalmente a Brigada del Ejército del Aire. Se casó con Silvia Herbert, quien le tradujo algunos libros esenciales de Walter Benjamín. Publicó artículos de opinión sobre sociología, antropología y literatura en El Norte de Castilla, Triunfo, Cuadernos para el diálogo, Trece de Nieve, Poesía o El País. Su suicidio en 1979 ―con sombras de amenazas nunca comprobadas fehacientemente― nos dejó huérfanos de una poesía creativa y crítica, sentida a partes iguales en hondura y sencillez. |