La implementación de las tecnologías de la información y la comunicación en la educación superior supone la necesidad de replantearse algunos de los aspectos fundamentales de la enseñanza, tales como la organización, planificación y metodología de los procesos educativos, la metodología docente y el diseño y desarrollo de actividades (evaluables y formativas), la elaboración y selección de materiales de formación y otros recursos de aprendizaje, las herramientas y métodos de evaluación y, finalmente, la comunicación y las relaciones entre profesores y estudiantes |