Europa vive una crisis extraordinaria y se juega su destino en resolverla. Su crisis es económica, geoestratégica, política y cultural. Económica, porque puede estancarse y dividirse. Geoestratégica, porque debe entender su misión en el mundo y manejar sus fronteras. Política, porque debe mejorar su capacidad de acción y la relación entre su sociedad civil y el mundo político. Cultural, porque es difícil que una sociedad dudosa de su identidad y de su narrativa conozca su rumbo, aunque pueda dejarse llevar fingiendo que controla su destino y arropándose en la retórica de la globalización y la modernidad avanzada. Este libro reúne las aportaciones de académicos e intelectuales de diferentes países. |