Hace ya unos cuantos años -mejor no contarlos- Amaya Arnaiz me pidió unas palabras introductorias, que resultaría petulante denominar prólogo, para estos Esquemas elaborados por un grupo de profesores e investigadores de la Facultad de Ciencias Sociales y Jurídicas de la Universidad Carlos III de Madrid. Aquel encargo, y por supuesto su aceptación inmediata, tenían un fundamento personal en la amistad trabada a lo largo del tiempo en que tuve el honroso placer de oficiar como profesor asociado del Área de Derecho Procesal de esa Facultad, hasta que otros requerimientos profesionales y personales me apartaron, bien en contra de mi deseo, de esa vida universitaria que con frecuencia casi diaria echo de menos, por más que se acabe imponiendo el sabio consejo del poeta Félix Grande, reproducido con alguna variante por Joaquín Sabina: "donde fuiste feliz alguna vez / no debieras volver jamás?" |