Este poemario tiene su génesis en la necesidad de aunar un proceso de análisis interior con el creativo, un intento de convertir, a través de la escritura, la emoción en reflexión para poder utilizar ésta como apoyo en la vida cotidiana, una confesión poética del esfuerzo por gestionar las tragedias personales y reacomodar el habitat interno por medio de la palabra. Organizado en tres partes, «La vie en rose», título no exento de ironía, revela la dialéctica entre dos etapas distintas de la propia biografía; «La sombra de la arena» es una elegía por la madre muerta; y «Toallitas íntimas», la narración de una relación sentimental |