Me despedí de la tierra árabe,de los azahares,de los susurros de los surtidores,de las danzas, laúdes,leyendas y misterios,embargado por la añoranza.Dejé manos, miradas generosas,luceros con sus fulgores sobre mares,jardines, medinascon callejuelas misteriosas.Deslumbrantes mezquitas y tapices,zocos bulliciosos, zumos de granada,mis sorbos de té con la amistad generosa,y los saludos en las jaimas de los arenalesbajo la antorcha del sol.Comidas perfumadas a especias milenarias,iluminado por la gran luna rodeada de estrellas.Un silencio conmovedor me estremecedelatando la congoja de mi alma. |