Los humanos hemos perseguido desde tiempos inmemoriales el sabio consejo «Conócete a ti mismo», inscrito en el templo de Apolo. Sin embargo, hasta ahora faltaba una pieza crucial, la exploración científica de los cimientos de nuestro edificio psicológico, es decir, nuestros genomas.La ciencia actual revela que nuestra identidad personal comienza a formarse desde el punto de partida que es nuestro ADN, y ofrece valiosas pistas para conocernos más y mejor. A pesar de las evidencias científicas, las ciencias sociales siguen siendo reticentes a aceptar el peso que el ADN tiene en nuestro comportamiento. Sin embargo, como manual de instrucciones, este nos construye a cada uno desde la concepción. Y no solo eso, sino que nuestro desarrollo depende de este manual, compartido con nuestros congéneres, pero único para cada uno de nosotros. |