Tras el esplendor y la libertad del teatro barroco en el siglo XVII, se imponen la mesura y contención con el Neoclasicismo en el XVIII. El teatro neoclásico se ciñe a las normas clásicas, la más importante de las cuales está en la observancia de la regla de las tres unidades (de acción, de tiempo y de lugar), y aspira a cumplir una función pedagógica entre los espectadores. Es la época de la Ilustración. Y su obra dramática más representativa en España está en El sí de las niñas, en la cual Leandro Fernández de Moratín expone, mediante el artificio teatral, su visión crítica del problema de los matrimonios concertados sin libertad entre contrayentes desiguales en edad y fortuna. Con esta comedia su autor empezó a poner las primeras bases del teatro español contemporáneo. |