El poder del amor constituye un recorrido por las experiencias de vida de una mujer extraordinaria, María Teresa Jiménez Ortega, que se vio sumida varias veces en el abismo del sufrimiento y el sinsentido más absolutos y que, sin embargo, encontró los recursos internos necesarios para salir de ahí en todas las ocasiones. Y no solo eso, que ha acabado convertida en una persona mucho más fuerte y completa, sin haber renunciado por ello al brillo de su corazón. Al contrario, este aparece más resplandeciente que nunca al final de la obra. Esta metamorfosis se debió, como ella misma diría, al poder del amor. María Teresa no ha perdido nunca el referente de la nobleza y la inocencia, siempre ha conservado aunque fuera un atisbo del recuerdo de las maravillas de la vida, y este hilo conductor, junto con su tremendo amor de madre sobre todo, le ha permitido salir airosa de las pruebas más duras. En el núcleo de su experiencia se encuentran las vivencias que tuvo acompañando a su hijo mayor en el transcurso de un diagnóstico psiquiátrico más que dudoso, que la han llevado a movilizarse, junto con otras personas, en favor de un modelo de atención psiquiátrica más sensato y más humano. |