Sicilia, por su centralidad en el Mediterráneo, por su propia insularidad, por su tamaño, mayor que la mayor parte de las islas del mar de mares, por su occidentalidad y orientalidad a la vez, basculando entre dos mundos, por su impactante vulcanismo geológico, por su marcado telurismo social, ejemplificado en el gattopardismo, por su sabiduría, a veces convertida en silenciosa omertà, por su literatura poderosa, por su relación con la muerte... Por estas y otras muchas razones, es eje del mundo. Sicilia ha devenido mito emergido de las profundidades de la Humanidad. |