El códice es un viejo conocido, cuyo catálogo de materias se ha ido incrementando paulatinamente, de forma paralela al inicio de nuevas líneas o corrientes de investigación, que, actualmente, nos ofrecen una visión poliédrica del mismo. Llegados a este punto, se antoja necesario presentar una panorámica lo más amplia posible de la realidad de los estudios sobre el libro manuscrito, a efectos de abundar en lo ya hecho y de explorar nuevas vías de análisis. Las áreas de estudio tradicionales se centran en la arqueología e historia del códice. En el caso primero, son objeto de examen el formato del libro, los soportes e instrumentos escriptorios, las tintas, la composición de los cuadernos, la mise-en-page, la decoración u ornamentación y la encuadernación, esta última desde el punto de vista estructura, lo que se le denomina arqueología del libro, y ornamental. En el segundo, el interés radica en considerar el libro en su contexto de producción y uso, como objeto intelectual y cultural, transmisor de información e idas, y como objeto industrial y de consumo, haciendo hincapié en los centros productivos, circuitos comerciales y organismos de conservación y preservación. No obstante, las tecnologías, como en otros tantos ámbitos, han venido a generar distintos campos de trabajo, que, en la mayoría de los casos, darán lugar a un nuevo paradigma por lo que se refiere al acceso y la conservación del códice. Todo ello generará discusiones de actualidad en torno a la digitalización de los soportes, su almacenaje y conservación en repositorios, sus métodos de localización y búsqueda y la generación de programas que sean capaces de desentrañar el mensaje que contienen. Esta monografía aborda dicha problemática desde un punto de vista interdisciplinar y cuenta con contribuciones, nacionales y foráneas, de la mano de especialistas del más alto nivel en cada una de las líneas temáticas que analiza. A grandes rasgos, las aportaciones gravitan alrededor de las materias siguientes: Imprenta, con trabajos que abordan aspectos como la producción y circulación de los compendios; ya sean libros litúrgicos, musicales u obras de carácter hebreo. Decoración, haciendo referencia a las técnicas empleadas o los motivos iconográficos; caso de la imagen de Tito Livio en la imprenta incunable o a la causística del libro ilustrado en la frontera del mundo medieval. Encuadernación, versando sobre el producto y su artífice, en base a los testimonios conservados en la Real Academia Española, la Real Academia Nacional de Medicina o la Biblioteca General de la Universidad de Zaragoza. Tintas, permitiendo conocer los recetarios o fórmulas utilizadas en su composición y su aplicación material, caso de los manuscritos de Alfonso X. Arqueología o aspectos materiales del libro, presentando un estudio integral del Sermonario Sahagún Escalona de la Biblioteca Nacional de México. Coleccionismo y uso del libro, en base a la aplicación de ciencias como la genealogía y la heráldica para identificar los poseedores del manuscrito de la obra poética de Petrarca (BNE, VITR,22.1). Nuevas tecnologías y su utilización en el diseño de bases de datos como CCEA, o en el acceso e interacción con las bibliotecas y sus fondos. Sirva la presente obra de acicate para la generación de futuras aportaciones que vengan a incidir en la necesidad de formular y reformular los ámbitos de estudio del libro, provocando nuevos discursos y líneas de investigación. |