"Hace ya un lustro que, por extraño azar, me encontré con la obra póstuma de Claudio Sánchez Muros, Un belvedere y vistas al mar, recién editada por la Diputación de Granada (2013) en la Colección Genil; aquella tarde de un incipiente verano entreví de súbito la tozudez insoslayable de un mandato ineludible, con el deslumbre del fogonazo de la inspiración poética nietzscheana: inesperada revelación que conmueve y transforma profundamente; y entendí que me llegaba un mensaje desde la distancia, enviado por fuerzas inexplicables y superiores (...). Desde entonces, poseído por aquella potente llamada, me he visto impelido con la fuerza de lo inexpugnable y el gozo de su delicia hermética, «como en un alud de libertad, de incondicionalidad y de divinidad», a la lectura y visión de los poemas que forman la Extravagante jerarquía del «lúgano de Albolote», Antonio Carvajal, sobre cuyos libros se eleva el portentoso y aún más extravagante mirador de Claudio, el ilustrador bienaventurado." |