Con la preocupación por los detalles y la fuerza expresiva que lo han convertido en uno de los cuentistas latinoamericanos más importantes de hoy, Fabio Morábito entrega un volumen inclasificable, a medio camino entre la autobiografía y el ensayo, que sumerge al lector en el origen mismo del oficio literario. Sus reflexiones en torno a ciertos autores –Vallejo, Kafka, London–, sobre la necesidad de aislamiento para escribir o respecto de la traducción, caen como gotas homeopáticas, ligeras y condensadas a la vez, en medio de historias extravagantes, iluminadoras y paradójicas, como aquella en la cual la vocación del poeta parece nacer de la escritura de cartas comerciales. El idioma materno posee el arrojo de la confesión, la transparencia del aforismo y la perplejidad de quien mira el mundo como si lo viera por primera vez. |