Madrid, otoño de 1614. El archivero del marqués de Hornacho aparece asesinado en la biblioteca de palacio. El muerto, Gonzalo Escondrillo, era responsable del Gabinete de las Maravillas de su señor, una cámara creada para reunir todos los prodigios y rarezas del mundo, desde el cuerno del unicornio más grande de Europa, la mano de una sirena y el pezón de una santa de la Iglesia hasta la piel de un oso polar. El marqués encarga la investigación del crimen al hidalgo Isidoro de Montemayor, famoso por sus indagaciones narradas en Ladrones de tinta, el primer caso de este detective del Siglo de Oro creado por Alfonso Mateo-Sagasta. La víctima apareció con un cuerno incrustado en su sien izquierda, por lo que Isidoro deberá comenzar sus pesquisas en la misteriosa cámara secreta del marqués. |