La cuestión de la pintura no pertenece de entrada, ni únicamente, a los pintores y menos aún a los estetas. Pertenece a la visibilidad misma, así pues a todos -a la sensación común. Así comienza Jean-Luc Marion la advertencia que abre este libro, introduciéndonos en cuatro estudios fenomenológicos que profundizan de una manera clara y progresiva en el estatuto propio del cuadro -primer y segundo estudio-, en la omnipresente imagen televisiva -tercer estudio- y en la distinción entre ídolo e icono -cuarto estudio-, combinando acertadamente el rigor del método con los conocimientos estéticos y teológicos. El análisis de la visibilidad atraviesa así, de parte a parte, el contenido de este libro |