La vida de los pueblos discurre a través de una serie de acontecimientos y experiencias que contribuyen a modelar la forma de ser de sus habitantes. En este sentido una de las experiencias que protagonizaron el devenir de Badarán durante más de tres décadas (1951-1982) y que dejó una impronta significativa en la gente que lo disfrutó, fue el cine Parroquial, por lo que el análisis de su trayectoria servirá de guía para conocer una época escasa en caudes de formación e información sobre todo en el mundo rural, donde estos cines evidenciaron una magnífica labor humana y social, combinando conocimiento y diversión, arte y espectáculo, cultura y ocio. |