Ya no puedo desgañitarme contra los que dicen que es octubre..., pero de 2022: la enfermera, el médico, la psiquiatra, el inspector de policía... Me he mirado en un espejo y no soy, en efecto, el joven idealista de veintitrés años que se fue con sus amigos a celebrar la licenciatura en Derecho en 1991 y tuvo un accidente de tráfico..., que no es por el que estoy en el hospital, treinta y un años después, convertido en un cincuentón de buen ver, un tiburón infiel, mujeriego y mal padre. Cero en ética, igual que en memoria. Dicen que en el coche iba conmigo una mujer con la que estoy liado, y que ha desaparecido, y que quizás yo la he matado |