El arte de la queja

Por todo lo cual, este libro intenta comprender el desarrollo intrínseco, sin privilegiar la información de archivo sobre el señor y escritor Ramón Modesto López Velarde Berumen. RLV es un fenómeno de suficiente autonomía de modo que no es injustificado asediar ese nomos o lógica interna. Permitámosle ser sujeto de su vida, su obra y de su muerte. Todo lo otro es previo a RLV como agente de sí mismo, de su íntimo gran estallido cuya fertilidad y vigencia no han cesado y que, por el contrario, se expanden, deslumbrándonos, con el paso de las décadas.Retengamos, además, una noción de Lemaître y Menzel; con fascinación y perplejidad estudiamos algo que se origina como desintegración. RLV como modelo apunta exactamente en este sentido. A nuestro sujeto lo constituye su desintegración. La suya es una historia de nupcias no consumadas, de anhelos que no cobraron cuerpo ni presencia. Las diferentes líneas psicoanalíticas proponen sus interpretaciones sobre los sujetos desintegrados. En nuestro caso, tal fenómeno es el que provee, en lógica sobrehumana, la identidad de la persona y la obra. Seguramente el que la gestación del yo consista en una desintegración será un factor esencial en la velocidad interna del sujeto. A los treintaitrés ciclos de tan vigorosa, demandante, existencia humano-estética, RLV se colapsó, principalmente por causa de sí mismo.