Don Rodrigo vuelve a sus tierras tras verse obligado a rendir pleitesía al nuevo rey de Hispania, Witiza. Se detiene a descansar en una casa noble y allí ve por primera vez a Egilona, una muchacha de quince años, de melena rojiza, piel blanca y ojos ambarinos, que esa misma noche se convertirá en su mujer. Nueve años más tarde, las huestes del ya rey Rodrigo se aprestan a impedir la entrada en Hispania del nuevo conquistador del mundo: el Imperio Omeya. Al mando de su ejército se encuentra Táriq ibn Ziyad, que en el fragor de la batalla mata a Rodrigo y pone sus ojos en Egilona, la mujer más hermosa y altiva que ha visto nunca. Acaban de dar comienzo a una historia donde la hechicera y la reina cruzarán sus caminos para acabar con la historia de un imperio, y por la que Egilona, reina de Hispania, será recordada «como la mano, la mente, el espíritu poderoso que sembró la semilla de una nueva era» |