Donde nada es todo lo asible –confiesa el escritor- “es un libro no risueño, amargo: nutrido de la savia de su medio”; y en apenas esa frase nos da los referentes imprescindibles que sustentan estos sugestivos poemas: la edad como madurez intelectual, nunca comodada a la derrota ante la labor erosiva del tiempo –recurso éste al cual nos han malacostumbrado tantos, incluso poetas a quienes hemos considerado mayor significación. Y, con la edad, la savia de su medio. Que no ha de tenerse por cosa limitada o local, por muchos indicadores que hacia ello nos lleven. |