Con este terceto, la poeta Maria-Mercè Marçal (Barcelona, 1952 – Barcelona, 1998) no solamente reúne las palabras esparcidas a lo largo de su sextina, rematandosu clave estrófica, sino que, en un ejercicio mayor de recomposición, resume su pensamiento, prístino tratado de literatura: el deseo poderoso, la palabra deseante, el cuerpo que aparece, un triple movimiento para conjurar el mundo, diciéndolo, para que exista. Un tipo de lenguaje que, siguiendo a Paul Preciado, es una «tecnología de producción de subjetividad», exactamente la misma usada por el Yahvista, ese narrador lleno de amor y furia del Antiguo Testamento en el que alguno ha visto la escritura de una mujer de la corte del rey Salomón |