Los diarios de Rosa Chacel constituyen un hito en la literatura española del siglo XX. Una obra sin parangón por su retrato ambicioso de una vida, con todo lo que conlleva: la reflexión sobre la obra propia, sobre la labor y el papel de quien escribe, desde la creación a la repercusión, pero también la experiencia del exilio —los exilios: el país, el idioma, el sistema literario— y del regreso, el vínculo íntimo con quienes la rodearon. Textos de claroscuros y crudeza, en los que nada se esconde, pero que abarcan mucho más que la confesión: el testimonio poderoso y agridulce de una escritora que se demostró también como una de las grandes prosistas de su época |