Se nos ha querido consolar argumentando que el e-mail y el correo electrónico sustituirían a la carta, sin demérito. Pero no es así. Así este 'Diálogos entre Ángeles', asevera Luis Antonio de Villena en el prólogo al epistolario entre Ángel Crespo y Ángel Guinda, 'dos personajes singulares en los márgenes queridos e inqueridos de la poesía'. He aquí una ventana al mundo de dos Ángeles literarios: Crespo, célebre por su traducción de la Divina comedia y exiliado en Puerto Rico, que retornará al panorama lbérico español con 'Claro: oscuro' (1978), obra clave editada por su interlocutor, y Guinda, en sus albores y reconsiderando su producción, que terminará por formar parte del malditismo tras publicar Vida Lívida (1980) y, más tarde, aproximarse a Leopoldo María Panero. La correspondencia inédita entre ambos, a quienes se suman Pilar Gómez Bedate y Trinidad Ruiz Marcellán, que abarca de 1974 a 1989, no solo revela una visión única de sus vidas y literaturas, sino que también ofrece -pese a su periferia- nuevos datos sobre sus respectivas generaciones y el panorama cultural de la época, incluyendo discusiones políticas, revelaciones personales o detalles editoriales, como las sucesivas crisis vitales de Guinda, el cambio en la poética crespiana o la edición del epistolario entre Luis Cernuda y Eugenio de Andrade. Diálogos entre Ángeles brinda un viaje crítico a estudiosos y amantes de la lírica, hasta abrir nuevas líneas de investigación y ofrecer una oportunidad excepcional para conocer hondamente a estos dos originales poetas: 'Obvio es decir que la marginalidad, nada tiene que ver nunca con la calidad de los poemas', previene Luis Antonio de Villena. El lector lo puede comprobar. |