En 1889 se estampan en el afamado taller sevillano de Enrique Rasco, sin duda uno de los más destacados impresores de la época, cien ejemplares de esta curiosa obra en la que se recogen quintillas, romances y sonetos inéditos escritos por el poeta Fermín Sarasa y Arce, gentilhombre del duque de Medinaceli en la segunda mitad del siglo XVII, en los que trata con fina ironía diferentes acontecimientos relacionados con el mundo de la tauromaquia, describiendo en ellos las bestias, los toreros, las acciones de éstos, las plazas o el público que asistía a ellas. Los textos, nunca anterior ni posteriormente, hasta ahora, editados, se conservaban manuscritos en la extraordinaria biblioteca del Marqués de Jerez de los Caballeros, que sería posteriormente la piedra fundacional de la Hispanic Society de Nueva York, donde aún se conservan. |