El fomento de la cultura emprendedora está logrando legitimidad cultural en el entorno educativo. Lo hace amparado por organismos internacionales e instituciones europeas –OCDE y Comisión Europea entre otros- asociando el emprendimiento con la mejora de la empleabilidad y el crecimiento económico a través de la creación de empresas. Sin negar la importancia de esta nueva socialización escolar, desde una lectura educativa-, y por ello, lobal e integradora- no se puede soslayar en los procesos de construcción humana la importancia de una formación orientada al desarrollo de una ciudadanía activa y responsable, capaz de incidir no sólo en cotas de mayor prosperidad económica, sino también capaz de promover sociedades más inclusivas, armoniosas y cohesivas |