En plena dictadura, la revista Cuadernos para el diálogo se propuso cambiar el rumbo histórico de España. Su ambicioso objetivo era crear un país integrador en el que cupieran todos los españoles, de todas las ideologías y creencias, de los diversos territorios, de las diferentes etnias y procedencias. Al batallar por esas metas enfrentándose a las fuerzas antidemocráticas que dominaban el país, sembró la esperanza de que era posible un futuro distinto, no excluyente. Aquella desigual lucha —desde las páginas de una revista frente a los espesos muros, llenos de vigías y censores, de una dictadura como la franquista— logró, mediante la crítica razonada y el diálogo, hacer crecer en la opinión pública el anhelo democrático que luego desarrollaría la Transición. |