Amparo Conde comenzó a escribir desde muy joven, pero no fue hasta finales de los años cuarenta cuando se decidió a componer un libro. A “Solamente poemas” (1948) le han seguido más de sesenta poemarios, la mayoría impresos con sus propios medios, así como distribuidos al margen de los cauces comerciales y, por tanto, solo accesibles a su círculo de contactos, excepto seis de ellos, que fueron depositados en la biblioteca de la Universidad Católica de Valencia hace quince años. Cuaderno de bitácora incluye una selección de poemas de cada libro, conformando la primera y única muestra pública abarcadora de estas ocho décadas de poesía” |