El Litoral Pacífico Colombiano es fundamentalmente una zona cultural oral, pese al creciente avance de la lectoescritura, propiciada por los planes educativos. Lo es por patrones de conducta, por historia; porque las comunidades indígenas lo eran; porque el español acentuó la tradición contada y porque el hombre traído de África venía de una fuerte raigambre oral y heroica, representada en la figura del griot, juglar o biblioteca ambulante de la historia. Es oral porque su aprovechamiento económico se ha expresado en la utilización de recursos sin vínculos con el desarrollo nacional, lo que ha situado la región en la “periferia de la periferia” (De Grande, 1977) |