Claudia Ballester Grifó nos cuenta su vida, desde la primera infancia hasta algún tiempo después de recibir el trasplante, y lo hace desde una doble posición: como enferma que se enfrenta a una larga enfermedad y como profesional sanitaria que conoce, desde fuera, todo el proceso de los que la sufren. Esta doble visión enriquece considerablemente el libro y lo convierte en un eficaz apoyo para los que, como ella, padecen diabetes, no sólo por los conocimientos médicos que ella pueda aportar o por sus planteamientos o reflexiones, sino por algo muy importante para este tipo de enfermos: su visión optimista y tremendamente vital. |