Este texto es una versión reducida de la tesis doctoral El carlismo de Franco. De Rodezno a Carlos VIII, presentada en la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED) en 2021, dirigida por el catedrático Juan Avilés Farré. Expuso diacrónicamente la legitimación y deslegitimación carlistas del franquismo tras la entusiasta y activa participación en la sublevación militar y la guerra civil. Por su contribución al fracaso de la unificación impuesta por el caudillo el carlismo fue marginado del régimen, y la mayor parte de los dirigentes y las masas carlistas trataron de deslegitimar lo que habían legitimado con la sangre de sus requetés. Para debilitar la oposición de la Comunión Tradicionalista, dirigida por el regente Javier de Borbón-Parma y su jefe-delegado Fal Conde, Franco promocionó como pretendiente al nieto de Carlos VII, Carlos de Habsburgo-Lorena, Carlos VIII, y una nueva organización carlista la Comunión Carlista o Comunión Católico-Monárquica. Estuvo formada por carlistas unificados-colaboracionistas que apoyaban la dictadura y secundaban su política. La Comunión Tradicionalista encabezada por la familia Borbón-Parma se incorporó a los movimientos de oposición al franquismo en un proceso de transformación ideológica y estratégica que lo situó como Partid Carlista con la izquierda antifranquista en la Transición política: las opciones monárquicas carlistas existentes y su relación con el régimen. |