En su emblemático ensayo Un cuarto propio Virginia Woolf advierte la escasez de datos que se tenía sobre la mujer: “Ella nunca describe su propia biografía y difícilmente lleve un diario personal... No dejó obras de teatro que permitan juzgarla”, asevera. En Besos y volcanes Paulina Movsichoff aborda uno de los temas más candentes de nuestra época: la adicción amorosa. Mezcla de autobiografía y ficción, la novela narra el periplo de Sofía, la protagonista, como una saga sentimental en donde describirá, con una prosa ágil y cautivante, la intensidad del deseo, los conflictos interiores que la desgarran entre el amor y la culpa. Pero en esta lucha de soledad y coraje, en la que aparecen como elementos insoslayables paisajes y ámbitos en donde transcurren su infancia, adolescencia y por último el exilio, se cuela otra batalla no menos importante: la de rescatar su dignidad de mujer. Para atravesar ese laberinto sólo necesita reconocer el hilo de su deseo: convertirse, ser una escritora.La comprensión de que el decir lo que se puede y no lo que se debe le abrirá el camino que la conduzca a ello. |